Dictaduras y yo también es un perreo contra la pandemia, un himno a la grasa y una oda al michelín que ese que tenemos por ahí que no nos hace mucha gracia.
Un escaparate a veces agradable, a veces turbulento, por el mundo de Sara y Blanca mientras habitan sus cuerpos, unos cuerpos que intentan encajar en un sistema que no los recibe con los brazos abiertos. Una de las acepciones de “dictadura” según la RAE dice “predominio, fuerza dominante”. Para nosotras cumplir con el estereotipo de “tía buena” es una fuerza dominante que nos lleva a intentar seguir cánones de belleza imposibles.
Estamos cansadas de cumplir con el estereotipo de tía buena. ¿Tú también?